Martes 16 de septiembre
La idea de matar a R empezó refiriendose a su imagen
pública, no sé en qué momento hemos llegado a esta convicción de que hay que
eliminarlo. Hay ideas de Constanza que no asumo del todo. Ese es mi sino, la
dificultad y la duda.
Desde luego ha contrinuido la columna en El País de AG,
llega un momento en que muchos de nosotros no es que consideremos difícil creer
en los magistrados, o creer en los polìticos, no es que consideremos dificil
vivir en esta España, es que consideramos difìcil ser español.
Esta noche veré de nuevo a Almudena. Me había jurado a mi
mismo no verla más, pero es superior a mi voluntad, al saludarla en la parada
de autobuses, el olor de la piel de su mejilla, ese aroma que se pone detrás de
la oreja, cierto desdén con una pátina de cercanía, me revolucionaron.
Miércoles 17 de
septiembre
Javier presentó una parte del plan. Conforme lo he ido
escuchando se fortalece la idea de que no quiero inmiscuirme en esto. Me seduce
imaginarme el momento. Eso sí: Llegar con el equipo de periodistas, hacerle la
primera pregunta, establecer un clima de comprensión con el momento dificil que
debe estar pasando. Preguntarle si tiene miedo, si ha pensado que pueda haber
un plan contra él y decirle que sí lo hay y dispararle.
No me parece que haya que explicarle nada, ni que
insultarle. Creo que debe ser un acto frío, incluso con una sonrisa en el
rostro. Pero más allá de esa imagen precisa del momento del ajusticiamiento, la
certeza de que nos vamos a equivocar políticamente, me cercena. Pienso que
estamos llegando demasiado lejos y que además de mis propias complicaciones
éticas lo convertiriamos en víctima. Ese es el gran error polìtico. Flaco
favor.
La idea con Almudena era hacer un ritual con velas para
agradecernos el tiempo que pasamos juntos. Brindar con vino tinto por cada
noche de amor que tuvimos. Por lo polvos de antología, por las conversaciones
llenas de intimismo, por el flamenco que nos enredó y el deseo que nos mantuvo,
pero ho fue así. Desde el primer abrazo lo supe. Nos veremos el Domingo en la
tarde después de que le comunique al grupo que no participaré en el asesinato
de R. Lo he decidido
Viernes 19 de
septiembre
He anotado en el
cuaderno negro una frase de Murakami: “el brandy es una bebida a la que le
viene bien el silencio” . Me gustaron los cuentos de este libro “Hombres sin mujeres”. Voy a beberme una copa
de brandy, tal vez dos. Tengo mucho silencio en esta tarde y tengo mucha tarde
por delante.
He pensado que este regreso con Almudena puedo escribirlo a
partir de un supuesto encuentro en una cata de brandys. Ella entra tarde en la
sala, por ejemplo cuando estamos haciendo el brindis inicial y simplemente se
acerca. “No tengo copa” me dice y acerca sus labios a la mia, bebe un sorbo y
deja las huellas de su labial como el mordisco vampiro que mi cuello esperaba.
Eso piensa el personaje que me representa. Dice que mi cuello esperaba, con una
cadencia poètica, en vez de que esperaba mi cuello.
Lo que tengo claro es que nunca se lo leeré a Almudena,
quiero escribir con libertad
Domingo 21
Decidí no leerselo antes de escribirlo porque como se
pregunta Edmundo Paz Sodán “¿No es un diario otra forma de ficción construida
con los retazos de una vida (…)? No quiero escribir enviándole guiños. Almudena
no aceptaría muchos de mis pensamientos, ni de mis palabras y mis pensamientos
y mis palabras son míos. No hay transacción más allá de mi herida.
Esta tarde tendremos el Comité de la Operación Año de María, preferimos ponerle un nombre
religioso. Usar el femenino fue una propuesta de la rubia Ansón. Después la
noche con Almudena (se llama mi amor)
Lunes 22
No pude dimitir del proyecto. Constanza se paró frente a mi
y me dijo que esos reparos éticos eran
una vez más los resabios de mi conciencia pequeño burguesa, que me dejara de hostias de una vez ¿Por qué siendo tan culta tiene que dejarse llevar por esa ira soez y malhablada?
una vez más los resabios de mi conciencia pequeño burguesa, que me dejara de hostias de una vez ¿Por qué siendo tan culta tiene que dejarse llevar por esa ira soez y malhablada?
Le dije que los cambios profundos de una sociedad no se
hacen matando a sus presidentes y me espetó: ¿Qué hubiera pasado en España si
la ETA no hubiese quitado de en medio a Carrero Blanco? Que lo que tengo es
miedo. “Calzonazos”, me dijo y volvió la espalda.
Me mantuve en silencio largo rato. Javier me invitó a salir,
no quería seguir desplegando la estrategia delante de un traidor. “Me quedo” le
dije. “Olviden lo que dije” le dije. “No estoy pasando un buen momento.”
Constanza me miró de reojo y sentí su perdón. Nos fuimos a
Malasaña a tomar unos vinos. Llamé a Almudena para decirle que se había
complicado todo en mi trabajo con la visita de un australiano. Ella no puede
saber nada de esto. Es del PP. Además es secreto. Nos veremos esta noche.
Miércoles 24
Pasamos toda la noche sin dormir, encendidos como una brasa
viva. Las caderas de Almudena me calientan. Regresando en el coche he pensado
que el hecho de que milite en el PP puede ser una coartada si al escaparme del
Palacio de la Moncloa logro que no me detengan.
Quedaré con Almudena en los cines Alphaville. Luego iremos a
la Fromagerie, después a su casa, allí le propondré que cada uno queme uno de
sus cuentos. Yo quemaré el cuestionario de preguntas y mis anotaciones de las respuestas de R.
Reduciré las huellas de mi colaboración con el crimen de estado. A Constanza le
gusta llamarle ajusticiamiento y se molesta cuando yo le llamo magnicidio.
Significa darle una importancia a R, que no tiene. Ella está segura que la
historia, cuando se haya pasado el shock inicial, celebrará ese día el final de
un periodo negro.
Cada vez tengo más claro que si fuera Ministro de Educación
mi objetivo sería incorprar la asigantura de “Convivencia democrática” y el
foco eliminar la emoción del asco. No he podido dejar de pensar en ella después
de leer a Martha Nussbaum. Aprendemos a tener asco a los vagabundos, a los
coreanos porque huelen a ajo, a los negros, a las cucarachas, a los ratones, a
ciertas comidas y el asco se instala como la emoción de la discrimanación sin
argumentos. Hablar no cabe ante una reacción que nos supera.
A nadie del grupo le da asco R. simplemente sabemos que está
destruyendo el país desde un plan lleno de fría razón y ausencia.
Viernes 26
Hoy recibimos a Ibrahimovic. Su curriculum me dejó pálido.
Trabajó como entrenador de los grupos partisanos en Bosnia. En menos de media
hora nos hizo sentir que nuestro plan era de un grupo de principiantes, buenas
palabras, ideas modernas y vacías, dijo, no vio gestión del atentado. Nunca
habíamos usado ese lenguaje.
Tendremos que retrasar el momento del ajusticiamiento. No
niego que siento un respiro y de hecho me sume a sus argumentos, sé que es una
vileza, para justificar por qué yo veía algo poco sólido. Constanza me miró con
ganas de matarme. Reconozco que me gusta esa fiereza en su cara.
Anoté:
·
No escriban sobre esto, ni dejen huellas (no
estoy dispuesto a perder un rasgo de mi identidad como es el de escribir.
Mentiré.)
·
No pueden usar redes sociales
·
La logística es tan importante como el grupo
ejecutor
·
Las armas convencionales se detectarán a la
entrada del Palacio. Hay que incorporar a un especialista en artes marciales
agresivas. Parace ser que uno de sus enemigos serbios, ahora reconvertido,
puede desplazarse en 10 días más.
·
No da ningún valor al cruce de piernas de
Constanza para que R acepte salir de su mesa y sentarse en el sofá dorado.
·
Cambió la redacción de 7 de las 10 preguntas del
cuestionario previo que debemos enviar siguiendo el protocolo del Gabinete de
Comunicaciones de la Presidencia.
Domingo 28
Constanza me ha estado intentando convencer de que le
estamos dando demasiada autoridad a Ibrahimovic. Está de acuerdo en que se
quite la escena 3, la del cruce de
piernas, siempre se sintió utilizada por la visión machista del grupo, pero hay
algo en él que no le gusta. Trato como puedo de que no empiece a dejarse llevar
por intuiciones y toda esa serie de aprensiones acientíficas.
Me sorprendió preguntándome si había vuelto con Almudena.
¿Me espías? Le pregunté y salió bien de la pregunta. Sólo es una preocupación
de una buena amiga que sabe que hay relaciones que pueden ser tóxicas para mi.
Tóxicas, dijo.
He vuelto a leer esta noche los versos de Mitre:
Despierta, esta aquí
No es la dicha
Es la presencia.
Mi padre le invitó una vez a cenar a casa. Eduardo Mitre, poeta
boliviano, dijo y tras eso él nos habló de la nostalgia. Eso me pasa hoy, que
no se si tengo confusión o es una nostalgia desvaída. Lo que sé es que no es
la dicha. Lo que puede ser es la ausencia. Llevo toda la semana prendido de esa
palabra. Quiero deletrearla como si masticara:
a u s e n c i a.
Almudena me mira a veces en silencio y yo sé que se pregunta
cuál es nuestro vínculo, mas allá de las caderas, más alla de su forma de
suspirar cuando goza.
Miércoles 1
El plan avanza, Constanza me dice siempre que puede, que ya no es nuestro plan, que es el de Ibrahimovic y él no tiene este dolor de España, actúa como lo haría si hubieramos ido a asesinar a Olof Palme. Yo le sigo el rollo aunque nunca hubiera ido a asesinar a Palme. En el fondo sé que me da argumentos para mantenerme en esta zozobra.
Hoy no fui a la sesión programática de la tarde, me quedé
toda la tarde en casa. Aquí sigo. A Almudena le dije que sí iba y que nos
veríamos mañana. Constanza me llamó y le dije que había vomitado los calamares
en su tinta del almuerzo. Ella no entiende que yo coma productos de escritura.
Bromeo. Se ofreció a venir. Le pedí que no lo hiciera.
No llego a entender cuál es nuestra rebelión, que plan
tenemos, adonde nos llevará todo esto. Tiene que ver con una duda sobre la
condición humana. Tiene que ver con una duda sobre mi condición revolucionaria.
Despierta esta aquí / No es la soledad vacía/ es la
ausencia. De lo que no declino es que R. es un hijo
de la gran puta, pero me
pregunto si será suficiente.